1. ¡Prepárate!
El primer paso es sencillo: tienes que beberte más o menos media lata de cerveza mientras todavía esté fresquita y, mientras tanto, calentar la barbacoa hasta aproximadamente 180 grados.
2. ¡Prepara el pollo!
Para preparar el pollo, quítale los colgajos de piel y grasa, y asegúrate de que el pollo sea lo bastante grande como para colocarlo sobre la lata.
3. ¡Sazona tu pollo!
Separa un poco la piel y unta el pollo con aceite de oliva y tu marinado para barbacoas favorito. Puedes comprar el marinado, pero si prefieres darle el toque personal, puedes únir todos los ingredientes de arriba en un cuenco, mezclar y ¡ya está!
4. ¡El pollo y la lata de cerveza!
Introduce con cuidado el pollo marinado sobre la lata de cerveza. Añade unas virutas de madera a la barbacoa. La madera de manzano le dará un sabor delicioso, pero si prefieres algo más potente puedes probar con el roble.
5. ¡Cocina tu pollo!
Asa el pollo en el centro de la barbacoa hasta que el interior llegue a los 70 grados. Los muslos deben estar a 85 grados, así que procura que estén lo más cerca posible de las brasas. Toma siempre la temperatura en la zona con más grosor.
Deja reposar el pollo durante 10-15 minutos y cúbrelo con papel de aluminio (sin envolverlo a conciencia). De esta forma, los jugos de la carne quedarán bien distribuidos y el pollo saldrá todavía más tierno