1. ¡Prepárate!
Mientras tu barbacoa se calienta, disfruta de una buena cerveza fría.
2. ¡Mezcla!
Añade un huevo y pan rallado a la carne picada, además de sal y pimienta al gusto. También puedes añadir tus hierbas favoritas, y si quieres ajo y cebolla en polvo. Trata de evitar la cebolla picada, esto tiene un mal efecto en la estructura de las hamburguesas.
3. ¡Prepara tu hamburguesa!
Haz cuatro bolas de carne, cada una de 125 gramos. Puedes usar un molde para aplanar la carne y darle forma de hamburguesa. Si tienes una barbacoa con plancha integrada, podrás ahorrarte este paso, ya que puedes aplanarlas directamente sobre la plancha.
Otro consejo: haz un pequeño corte en el centro de las hamburguesas, las mantendrán frescas y evitarás que se creen albóndigas en su lugar.
4. ¡La salsa!
Prepara la salsa mezclando a partes iguales ketchup y piccalilli. Procura no quedarte corto, ya que una buena salsa será el toque definitivo para tu hamburguesa.
5. ¡La barbacoa!
Calienta la barbacoa a 250 grados. Asa las hamburguesas sin girarlas demasiadas veces. Después de unos minutos, pon una loncha de queso cheddar sobre dos de las hamburguesas y coloca las otras dos hamburguesas encima. Cuando el queso se haya derretido, la hamburguesa estará lista.
Si quieres, puedes preparar un poco de bacon para combinarlo con la hamburguesa.
6. ¡Acaba!
Unta los panecillos con un poco de mantequilla y caliéntalos sobre la plancha o la parrilla. Coloca rodajas de tomate y unas hojas de lechuga sobre los panecillos y, después, las hamburguesas con el queso y, finalmente, el bacon, con un poco de tu deliciosa salsa por encima.
Las hamburguesas son lo bastante grandes como para compartirlas, o sea que te valdrán para 4 personas.